Los machos adultos se diferencian por su mayor tamaño, la cola engrosada en la base por la presencia de hemipenes, y por tener un amplio rango de coloración y patrones. Las hembras son verde pálido o rosa uniforme, más pequeñas y con una cola más fina en la base. Pueden llegar a alcanzar los 23 cm de longitud.

Carecen de órgano vomero-nasal (un órgano olfativo auxiliar que tienen muchos animales), y al carecer de oído externo y medio se cree que son sordos. Tienen dedos especializados en los que los 5 dedos están fusionados en un grupo de 2 y otro de 3 dígitos.

Durante la época de apareamiento los machos despliegan todos sus colorido y los complementan con movimientos de cabeza mientas se acercan a la hembra. Las hembras que no son receptivas o están incubando disuaden a los machos con bufidos, abriendo la boca y sacudiéndose.

El apareamiento suele ocurrir de enero a mayo. Después de la cópula la gestación dura de 3 a 6 semanas. La hembra excava una madriguera y pone dentro de 10 a 46 huevos. Luego los entierra e intenta disimular el lugar. Algunas hembras incluso lo cubren con ramitas y hojas. Hasta aquí llegan los cuidados de la madre. Los jóvenes nacen independientes cuando nacen.

Su comportamiento social se desconoce pero como la mayoría de los camaleones son solitarios y territoriales, teniendo los machos mayor territorio que las hembras. Se comunican, además de por la coloración por posturas físicas y determinados movimientos.

Las hembras también comunican su estado de receptividad por la coloración.

Son cazadores oportunistas, ya que esperan que las presas pasen por delante de ellos para atraparlas con su lengua especializada.

Sus depredadores son pájaros y serpientes. La capacidad de camuflaje con su piel es su mejor defensa, ayudados por movimientos lentos e incluso permanecer inmóvil durante largos periodos de tiempo.