Sus manos son parcialmente membranosas, y sus dedos cortos y con uñas vestigiales. Carecen de garras. Su dentadura es muy potente para poder masticar el duro caparazón de los crustáceos. Suelen colocar las almejas al sol para que se abran y poder comerlas cómodamente.

Viven en familias de unos 12 individuos, poco jerarquizadas, formadas por una pareja reproductora y varios hijos de distintas generaciones. Pueden criar dos veces al año, y suelen alumbrar a sus crías en troncos huecos u oquedades naturales. Los pequeños nacen completamente ciegos y tardan unos 40 días en abrir los ojos. Aprenden a nadar a las 9 semanas de vida.