Debido a la falta de depredadores naturales y a su aislamiento en pequeñas islas, esta paloma ha desarrollado un plumaje muy brillante que la convierte en una de las subespecies de paloma más bonitas. Su cuerpo está provisto de plumas de color gris-azulado muy brillante, destacando las largas plumas verdes tornasoladas que posee en el cuello. La cola es corta y blanca, y las patas son de color rojo.

La hembra es más pequeña que el macho. A esta se le puede distinguir por tener el iris blanco, mientras que los machos y los jóvenes lo tienen de color marrón.

Los ejemplares jóvenes son fácilmente reconocibles por su cola de color negro, y porque carecen del reflejo tornasolado en las plumas.

Viven en grupos y pasan gran parte del día buscando alimento. Son monógamas y se emparejan de por vida. Durante el cortejo, el macho se inclina repetidamente frente a la hembra, erizando las plumas del cuello.

Anidan en un árbol, a pocos metros de altura. La hembra deposita un solo huevo blanco de forma elíptica. Macho y hembra se turnan para incubar el huevo durante dos semanas y media. Los padres alimentan al pequeño con leche de buche durante los tres primeros meses de vida.