Si hay algo singular con lo que reconocer a Bioparc Fuengirola, además de las especies que albergamos y el fabuloso entorno recreado, es nuestro espectacular Baobab.
El baobab es un árbol de origen africano que está rodeado de mágicas leyendas como la que cuenta que los dioses que crearon el planeta Tierra, viendo que podían crecer hasta llegar a tocar el cielo con sus ramas, decidieron darle el don de la inmortalidad. Otra cuenta que el atrevimiento del baobab de querer llegar a lo más alto hizo que los dioses enfurecieran, lo arrancaran de cuajo y lo volvieran a plantar dado la vuelta, con sus ramas bajo tierra y sus raíces al aire.
Pero, leyendas a parte, la realidad es que son árboles especiales y hermosos que en época de floración se cubren de un pasajero manto de flores blancas y colgantes que con el tiempo darán lugar a dulces frutos conocidos como “pan de mono”. Si algo de magia puede atribuirse al baobab es que su interior es capaz de almacenar ¡hasta 6.000 litros de agua!, lo que le permite sobrevivir a largas sequías.
En Bioparc Fuengirola contamos con una réplica de la especie Andansonia digitata y se ha convertido en uno de los árboles artificiales más grandes del mundo. Este forma parte del diseño arquitectónico enfocado a la zoo-inmersión, con el que el visitante se sumerge por completo en el entorno natural que recrea los diferentes hábitats de donde proceden nuestros animales.
Con los años, el baobab se ha convertido en icono del bioparque y de toda la ciudad de Fuengirola.
Si nos visitas, lo encontrarás en nuestra particular isla de Madagascar. A ella podrás acceder a través de una visita guiada con la que conocerás la historia del emblemático árbol mientras observas a los lémures a tu alrededor sin barreras de ningún tipo.