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La especie ha perdido el 50% de su población en los últimos 20 años quedando menos de 10.000 ejemplares en libertad
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Bioparc Fuengirola pertenece al programa de conservación “ex situ” de la especie en Europa
Cada mes de septiembre se celebra una jornada muy especial en Bioparc Fuengirola, el Día Internacional del Panda Rojo (Ailurus fulgens). Considerado uno de los animales más bellos del mundo y el único miembro superviviente dentro de la familia Ailuridae, se trata de una especie en grave peligro de extinción según la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN). Desde hace 20 años el número de pandas rojos en libertad ha descendido forma extrema, más de un 50%, quedando menos de 10.000 individuos en su hábitat natural en la actualidad.
Desde finales de 2016, Bioparc Fuengirola cuenta con dos miembros de excepción. Se tratan de dos hembras de panda rojo, Maggie y Mafalda, que durante estos dos años han tenido una adaptación excepcional a su nuevo hogar. Su llegada se producía después de que el parque fuera aceptado como parte del programa de conservación “ex situ” europeo de la especie.
Para lograr que su rápida adaptación, Bioparc Fuengirola aclimató sus instalaciones del sudeste asiático para que las mellizas pudieran acomodarse en su nuevo hábitat. En esta zona del parque comparten convivencia con otras especies, como el ciervo moteado de Filipinas, aumentando así Bioparc Fuengirola su oferta de sus recintos multiespecie y mostrando en valor su concepción de zoo-inmersión.
En grave peligro de extinción
Originarios de Asia, su territorio se extiende desde los pies de la cordillera del Himalaya, las zonas de Nepal hasta Myanmar, pasando por las zonas montañosas del suroeste de China. Existen en la actualidad varios motivos que causan el declive de esta gran especie, como la tala para fines agrícolas, que provoca la gradual desaparición y degradación de su hábitat natural mermando su número en libertad.
Asimismo, según asegura la UICN, su aspecto entrañable, y el sentimiento de ternura que se ha querido transmitir de este animal, ha originado un gran mercado negro basado en la comercialización de esta especie como animal de compañía. En muchas zonas de Asia es frecuente que las familias cuenten con el zorro de fuego, como también se le denomina, como otro habitante del hogar. El resultado es la proliferación de cazadores furtivos que buscan capturar a las crías, que llegan a tener un alto precio en el mercado, asesinando en muchas ocasiones a las madres.
A todo esto, hay que añadir que la alta tasa de mortalidad de las crías del panda rojo en libertad, ya que solo el 20% de las crías llegan a ser adultos, por lo que ya de por sí nos encontramos con una especie con una subsistencia muy complicada.
El objetivo final de Bioparc Fuengirola es la conservación, desde el concepto más amplio de la protección del planeta al trabajo más concreto con proyectos in situ con diferentes especies o ex situ como el panda rojo en este caso.
Por tanto, el parque está de celebración un año más, disfrutando y aprendiendo de una de las especies más atacadas por el ser humano. Con la colaboración de todos, desde Bioparc Fuengirola se lucha para que en el futuro se puedan ver a estas hermosas criaturas volver a repoblar los bosques de Asia.