La pasada semana se celebraba en Barcelona la séptima edición del Congreso Internacional de Cuidadores de Animales Salvajes (International Congress of Zookeepers, ICZ), un encuentro que surge en el año 2000, haciéndose oficial tras su primera reunión en 2003, en los Países Bajos.
Desde ese momento y de forma bianual, este congreso se celebra en distintos países de todo el mundo, siendo España el elegido para este 2022.
Cuidadores de más de 26 países se dan cita en este macro evento ICZ para poner en común, mediante numerosas ponencias, sus experiencias en distintos hábitos del cuidado animal en zoológicos e instituciones con animales salvajes.
La función es crecer en la materia, aumentar la profesionalidad y engrandecer las labores del cuidador, el cual no sólo limpia instalaciones y alimenta animales, sino que se preocupa por el bienestar, realiza entrenamientos veterinarios y está al tanto de todo lo que engloba el manejo de los animales a su cargo.
Asimismo, nos da la oportunidad que todos los asistentes estemos en contacto con cuidadores de todo el mundo. No solo aprendemos a través de las charlas, sino que se establecemos contactos y conversaciones que enriquecen y contrastan los cuidados que cada asistente ofrece en su institución, a sus animales. En definitiva, se trata de compartir y asimilar nuevas ideas, y de vuelta compartirlas con los compañeros y sumar o modificar aspectos de nuestro trabajo.
Este año, he podido asistir apoyado por Bioparc Fuengirola. No solo me he empapado de toda la información aportada, sino que también he realizado una ponencia sobre el manejo de nuestra colonia de flamencos rosa en Bioparc Fuengirola, que fue bien recibida y consultada después por varios asistentes que a los que les pareció muy interesante.
Destaca este año la prospección de charlas relacionadas con el bienestar animal, con la complejidad de los hábitats en los que albergamos los animales y de la realización de estudios de comportamiento que nos hagan saber la salud global de nuestras especies (física y psicológica).
En definitiva, se trata de ofrecer lo máximo posible a un animal en cautividad para que se desarrolle socialmente si así lo necesita, en un ambiente complejo y enriquecido, donde no sólo sea una herramienta de exposición al público, sino un ecosistema completo donde vivir plenamente.
Javier Vicent
Segundo responsable del equipo de Zoología de Bioparc Fuengirola.