2 junio 2022

Especies amenazadas que, en España, solo pueden contemplarse en la provincia de Málaga

La velocidad a la que la biodiversidad desaparece está alcanzando un ritmo vertiginoso. El cambio climático, la destrucción de hábitat y el desmesurado uso de los recursos naturales son sus principales causas y, por consiguiente, los responsables de que año tras año sean más y más el número de especies que se encuentran al borde del abismo.

Estudios como el realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que más de 8 millones de especies habitan en el planeta. De estas, cerca de un millón se encuentran amenazadas y bajo el riesgo de desaparecer en unas décadas, datos que confirman fuentes tan reconocidas como la plataforma IPBES.

Para lograr asegurar la existencia estas especies amenazadas en el futuro son esenciales las diferentes labores que asumen centros de conservación como el de Bioparc Fuengirola. Este trabaja para conservarlas fuera de sus hábitats naturales a través de la participación en programas de conservación ‘ex situ’, que permiten la protección y cría de animales en lugares como la provincia malagueña en la que se localiza el parque.

Esta labor ha hecho que Bioparc Fuengirola sea el único que alberga en España algunas de las especies más amenazadas. Se ha convertido así en un enclave imprescindible para acercarse a la naturaleza y conocer de primera mano el riesgo al que está expuesto el mundo animal.

Los Cálaos de Bioparc

Con sus picos ostentosos, plumaje colorido, llamadas estridentes y comportamiento inusuales, los cálaos son posiblemente uno de los grupos de aves más carismáticos de los trópicos. También una de las familias con un ritual de puesta más peculiar: tras copular, la hembra cálao se refugia en la cavidad de un árbol para la puesta de huevos y no sale de este hasta que los polluelos han crecido. El hueco de salida es sellado por completo por la pareja, a excepción de un pequeño hueco a través del cual el macho alimenta a la hembra y a sus crías. Si muere el macho, también lo harán estos.

Están amenazados por la destrucción de su hábitat. La tala de grandes áreas de selva tropical ha menguado los bosques de los que estas aves dependen para reproducirse y obtener alimento y refugio.

En Bioparc Fuengirola puedes ver al maravilloso cálao Bicorne, con su característico casco amarillo que nace sobre el gran pico del mismo color, al cálao de Papúa, original de Papúa Nueva Guinea, y a los escasos calaos de las Bisayas y calaos gorginegros.

Duiker Azul

En neerlandés duiker significa ‘buceador’, nombre que le pusieron los científicos de los Países Bajos debido a la costumbre que tiene este tímido animal de zambullirse en la maleza cuando está asustado. Todas especies de duiker están amenazadas. La principal causa es la caza, aunque se le suman otras como el comercio ilegal tanto nacional como internacional y la pérdida de su hábitat.

Concretamente el duiker azul es uno de los animales más difíciles de ver en los parques de Europa porque solo lo albergan una decena de centros de conservación, entre ellos Bioparc Fuengirola.

Tapir malayo

Se podría decir que los tapires son fósiles vivientes; unos extraños mamíferos de unos trescientos kilos en el caso del tapir malayo, que prácticamente se mantiene igual que sus ancestros de hace más de 55 millones de años y cuyos parientes más cercanos son el caballo y el rinoceronte.

El tapir malayo es una especie en peligro de extinción. Su población en la naturaleza se ha reducido a la mitad en los últimos treinta años. Hoy apenas quedan poco más de dos mil ejemplares, cuarenta de ellos en zoológicos que trabajan en el programa de conservación de su especie de la EAZA.

Tomistoma

Históricamente, estos animales vivieron en el sudeste asiático en la península malaya, en Borneo y en Sumatra. Hoy en día están en peligro de extinción y sus poblaciones son cada vez menores. Este cocodrilo del sudeste asiático tiene un hocico largo y estrecho, armado con 84 dientes entrelazados, totalmente adaptado para la captura de peces.

A pesar de ser uno de los cocodrilos más antiguos, es una de las especies menos estudiadas dada la dificultad para poder acceder a ellos en la naturaleza. En 2005, Bioparc Fuengirola se convirtió en el primer centro de conservación a nivel europeo que logró reproducir al tomistoma.

Gibón de mejillas doradas

Bioparc Fuengirola es el único parque zoológico español que participa en el programa de conservación de esta especie desde que, en 2003, se inaugurara el área del Sudeste asiático y llegara la primera pareja de gibones de mejillas doradas.  Estos primates son famosos por su increíble habilidad para moverse entre las ramas utilizando sus brazos para balancearse de rama en rama, movimiento conocido como braquiación.

Es uno de los animales más activos del parque. Cada mañana, los tres miembros de la familia malagueña de gibones orquestan sonoras canciones que pueden ser escuchadas hasta a 3 kilómetros a la redonda. No sólo disfrutan de estos cánticos los visitantes del parque, sino también los vecinos y viandantes que pasean por los alrededores.

 

Para más información:

Rocío Barquero Morón

Área de Comunicación – Bioparc Fuengirola

rocio.barquero@bioparcfuengirola.es

+34 687 32 13 92

www.bioparcfuengirola.es

 

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