A principios del mes de octubre llegaba a Bioparc Fuengirola Kerinci, una joven tigresa de la subespecie de Sumatra procedente del Ree Park Safari de Dinamarca. Tras su llegada, y hasta que los visitantes puedan observarla en su majestuoso hábitat del Templo de Angkor, serán necesarias de cuatro a ocho semanas, siempre dependiendo del carácter del animal, de adaptación de esta tigresa a su nuevo hogar y a los cuidadores del parque.
Kerinci llegó a Bioparc Fuengirola por la colaboración del parque en el programa europeo de conservación “ex situ” del tigre de Sumatra, del cual es partícipe desde el año 2001. En la naturaleza, las hembras expulsan de su territorio a las crías cuando éstas llegan al año y medio de edad. Por ello, este cambio de parque es un paso natural en el camino hacia la madurez de Kerinci.
Durante estos días, la joven tigresa se ha mostrado tímida frente a sus cuidadores, algo lógico, ya que estaba acostumbrada al equipo técnico del parque danés. A pesar de esta actitud, Kerinci está teniendo día a día una evolución más que positiva, como así lo valora Jesús Recuero, director técnico y veterinario de Bioparc Fuengirola.
La salud, comodidad y adaptación de la tigresa son los principales objetivos para Bioparc Fuengirola. Para realizar los estrictos controles veterinarios debe aprender los entrenamientos básicos. Éstos se fundamentan en pequeñas acciones que se le enseña al animal para conseguir que el equipo técnico pueda realizar las pruebas veterinarias necesarias. Para lograrlo, los refuerzos positivos, basados en ofrecer a la tigresa pequeños premios en su entrenamiento, son fundamentales para que todo este proceso.
El objetivo es que Kerinci reaccione a la llamada de los cuidadores, esté cerca de las protecciones para poder observarla, se suba a la báscula para controlar su peso o abra la boca para revisar sus dientes. Sin estos entrenamientos habría que anestesiarla para realizarle todas las pruebas, pero en Bioparc Fuengirola solo se duermen a los animales si es estrictamente necesario. El parque cumple con toda la legislación al respecto, tanto europea como nacional y autonómica, siempre buscando el bienestar total de los animales.
Estos entrenamientos básicos basados en el refuerzo positivo solo tienen el objetivo de facilitar los controles veterinarios, por lo que los animales siempre mantienen sus instintos y comportamientos naturales. Ejemplo de ello son los enriquecimientos que realizan los cuidadores con los animales, los cuales sirven para mantener despiertos estos instintos de cada una de las especies que viven en Bioparc Fuengirola.
Como afirma el director técnico de Bioparc Fuengirola, el proceso de adaptación de la tigresa está siendo muy positivo, además la tigresa se encuentra en perfecto estado de salud, por lo que dentro de muy poco todos los visitantes del parque podrán observar y contemplar a esta joven tigresa de la subespecie de Sumatra.