En octubre del pasado año, Bioparc Fuengirola participaba en la suelta de un grupo de crías de tortugas bobas (Caretta caretta), en la playa de los Boliches y la de Cabo Pino. Con esta acción se continuaba un complejo proceso iniciado en agosto de 2020, con la acogida de una docena de huevos por parte del centro de conservación malagueño, para su posterior incubación en condiciones controladas.
Cinco de las tortugas soltadas iban equipadas con marcadores satelitales. Gracias a ellos y durante todo este año, a través de esta localización por satélite, se ha podido realizar un seguimiento sobre el recorrido y posiciones de cada una de ellas, en el mar Mediterráneo. El mapa de su trayecto puede consultarse en la web de la organización de protección marina Eucrante. Enlace aquí.
Como parte de las actuaciones que se encuentran en el marco del proyecto LIFE INTEMARES, las entidades participantes en esta actuación seleccionaron los ejemplares que mejor cumplían los criterios para poder incorporarles estos localizadores. Una oportunidad que ha permitido conocer las áreas visitadas tras su liberación.
Ana, Marina, Flor, Alfonsina y Eucrante, las cinco tortugas localizadas, contaban el día de la suelta con un kilo de peso y poco más de un año de edad. Después de todo un año viviendo en libertad, algunas han recorrido parte del mar de Alborán y otras, más aventureras, han llegado a las costas de Túnez y Malta.
Bioparc Fuengirola recibió el encargo de incubar en sus instalaciones doce huevos del nido localizado en la playa de los Boliches, identificado como la puesta más al suroeste de esta especie en la costa mediterránea
En 2020, el Centro de Gestión del Medio Marino de Algeciras (CEGMA) solicitó ayuda Bioparc Fuengirola para que participara en la incubación de algunos de los huevos de un nido de tortuga boba localizado en las playas de Fuengirola.
Tras la identificación del nido los técnicos del CEGMA, organismo público dependiente de la Junta de Andalucía, iniciaron un procedimiento para garantizar la viabilidad de los huevos que garantizara la supervivencia de las nuevas tortugas.
Con un estricto protocolo, los equipos de Veterinaria y Herpetología garantizaron durante los dos meses de incubación, los niveles de humedad, temperatura, iluminación y oxígeno adecuados para que los huevos evolucionasen correctamente. La gran labor llevada a cabo permitió que la eclosión fuera todo un éxito, con el nacimiento del cien por cien de los huevos.
Este exitoso final se convertía en la primera vez que se lograba una eclosión de huevos de esta especie tras una incubación artificial.
Bioparc Fuengirola y la Fundación Bioparc, como parte de su labor en conservación y protección de especies, colabora con diferentes organismos de forma habitual con el objetivo de salvar y asegurar la supervivencia de animales en momentos en los que necesitan la intervención de profesionales y recursos específicos como, por ejemplo, con el Seprona o la Policía Local.
En la compleja tarea de vigilancia de nidos, incubación, eclosión y cría de estas tortugas bobas durante un año para maximizar sus posibilidades de supervivencia, participaron agentes como el MITECO (programa LIFE INTERMARES), el Programa de Medio Marino de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía; el CEGMA de Algeciras; la Estación Biológica de Doñana-CSIC, la Fundación Biodiversidad, TRAGSA, TRAGSATEC, Equinat, Acuario de Sevilla y el Parque Oasys Tabernas; y decenas de voluntarios.
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Rocío Barquero Morón
Área de Comunicación – Bioparc Fuengirola
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