23 abril 2025

Nacen tres crías de nutria gigante en Bioparc Fuengirola, una especie en peligro de extinción

El nacimiento, considerado un hito en la conservación, refuerza el papel de los parques comprometidos con la protección de especies amenazadas. Las crías permanecen bajo vigilancia constante mientras sus padres se encargan de los primeros y delicados cuidados

Bioparc Fuengirola celebra un hito extraordinario: el nacimiento de tres crías de nutria gigante (Pteronura brasiliensis), una de las especies más amenazadas de Sudamérica. Este acontecimiento cobra aún más valor al tratarse de una especie catalogada en peligro de extinción por la UICN, cuya población en libertad se estima que no supera los 7.000 individuos.

Este parto, aunque no captado por las cámaras, ha activado los protocolos de bienestar animal y cuidados neonatales del parque. Desde entonces, el equipo de Zoología y Veterinaria de Bioparc Fuengirola trabaja de manera rigurosa y comprometida para garantizar el desarrollo saludable de las crías.

Unos primeros meses de riesgo y peculiar cuidado

Durante sus primeras semanas de vida, las crías de nutria gigante son completamente dependientes de sus progenitores. De hecho, no abren los ojos hasta cumplir aproximadamente 30 días, lo que hace imprescindible mantener un entorno tranquilo y controlado. Para asegurar su bienestar, las crías permanecen actualmente en la zona interior de las instalaciones, fuera de la vista del público, bajo constante supervisión a través de un sistema de videovigilancia 24 horas.

“De momento estas pequeñas crías se encuentran en la zona interior, ya que son muy sensibles. Además, los adultos también evitan la presencia humana cuando tienen bebés. Por este motivo y para garantizar el bienestar de todos, la salida se hará en unas semanas. Es tan importante que incluso hemos reducido las visitas a sus instalaciones interiores a alimentar y limpiar muy rápido. El que estén en el interior nos permite asegurar que las pequeñas se encuentran bien”, explican desde el equipo de cuidadores del parque.

Las cámaras instaladas dentro de las cajas nido y en los boxes están captando momentos únicos de la vida familiar: escenas tan tiernas como la madre amamantando a sus crías y el padre participando activamente en su cuidado. En esta especie, el rol de ambos progenitores es fundamental. El macho no solo protege el entorno del nido, sino que también ayuda a mantener calientes a los pequeños, los transporta si es necesario y colabora en las tareas de limpieza del refugio. De hecho, se ha observado cómo ambos progenitores trasladan a las crías de un nido a otro varias veces al día, un comportamiento instintivo que favorece la higiene y el confort de los recién nacidos.

Una futura salida a su zona exterior, progresiva y controlada

Aunque el deseo de ver a las crías es comprensible, su salida al exterior deberá hacerse de forma progresiva y siempre respetando los ritmos naturales de la familia. El comportamiento de los progenitores será clave para decidir el momento más adecuado.

Normalmente, tras un par de semanas, los adultos pueden empezar a mostrar interés por explorar la zona exterior, dejando a las crías en el nido. En ese caso, se facilitará el acceso libre para que puedan regresar cuando lo necesiten. Esta transición será monitoreada cuidadosamente por los equipos del parque, adaptándose a las necesidades de los animales en cada momento.

Un nacimiento que da esperanza a una especie amenazada

La nutria gigante, también conocida como lobo de río, está considerada una especie paraguas por su papel clave en los ecosistemas acuáticos de Sudamérica. Ha desaparecido completamente de países como Argentina y Uruguay, donde hoy se llevan a cabo programas pioneros de reintroducción. En Argentina, por ejemplo, varios ejemplares nacidos en parques europeos que colaboran con el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) han sido enviados a los parques nacionales de Iberá y El Impenetrable desde 2019.

Bioparc Fuengirola es uno de los dos únicos centros zoológicos en España que alberga esta especie y participa activamente en los programas internacionales de conservación.  La llegada de las crías es un claro ejemplo de los frutos de esta labor, fruto del conocimiento, la experiencia y el cuidado diario de los profesionales del parque. Este nacimiento no solo es una celebración local, sino una victoria global para la biodiversidad.

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