- Bioparc Fuengirola, el único parque con gibones de mejillas doradas de España, colabora en el programa europeo de reproducción de la especie desde 2003
- El gibón es propio del Sudeste asiático. En la actualidad las 17 especies de gibones que existen están en peligro de extinción.
La familia de Bioparc Fuengirola crece. Una cría de gibón de mejillas doradas la que ha venido al mundo lo que supone un paso más para la conservación de esta especie en peligro de extinción. La cría nació el pasado 11 de junio, el mismo día en el que volvimos a abrir las puertas al público tras 89 días de cierre obligado por el estado de alarma del 14 de marzo. En España esta especie solo puede verse en Bioparc Fuengirola, el único parque de nuestro país que colabora en el programa de conservación de esta especie en coordinación con 39 centros zoológicos en Europa. Con nuestra cría son 7 las que han nacido en Europa en los últimos 12 meses.
Cuando el pasado 11 de junio los trabajadores de Bioparc llegaron al trabajo y comenzaron las labores de limpieza en las instalaciones de los gibones, observaron que Ares acababa de dar a luz, lo que sitúa la hora del nacimiento entre las 6 y las 7 de la madrugada.
El equipo de zoología no ha separado a la cría de su madre en ningún momento al observar un comportamiento adecuado entre ellas y un estado de buena salud en el pequeño. La cría se agarra al pelo de la madre y que la madre la asea, la protege y la alimenta. trabajos de los cuidadores.
Aún no se sabe si la cría es macho o hembra porque la determinación del sexo en las crías de los gibónes de mejillas doradas es muy complicado; todas nacen siempre rubias y a los 3 años aproximadamente es cuando pasan a ser morenas, independientemente de si son hembras o machos. Sólo a partir de los 5 o 6 años es cuando se quedan con el color de pelo definitivo, momento en el que se puede saber con certeza si es hembra o macho. Esta es una de las grandes curiosidades de esta especie; el único mamífero que, en el caso de las hembras, cambia el color de pelo dos veces a lo largo de su vida.
Una observación que suele funcionar para determinar el sexo antes de que pasen los cinco años es la forma en la que orina. Si orina hacia delante, es un macho. Y si orina hacia abajo es una hembra. Pero ninguno de los miembros de Bioparc Fuengirola ha observado nada por el momento porque que la cría es muy pequeña aún y pasa todo el día en el regazo de su madre. Den, el padre, no se aparta de ellas desde el momento del nacimiento.
Durante los primeros seis meses tanto personal del parque como los visitantes podrán ver a la cría abrazada a su madre que, como buena hembra de gibón, pasa la mayor parte del tiempo en las alturas, entre la vegetación de los árboles, saltando de rama en rama y siempre acompañada por Den, orgulloso padre del recién nacido.
Los gibones son famosos por su increíble habilidad para moverse entre las ramas utilizando sus brazos para balancearse de rama en rama, movimiento conocido como braquiación. Pero, además, una de las grandes diferencias con otros primates es la forma en que se relacionan y forman grupos. En esta especie lo habitual son grupos compuestos por un macho, una hembra y sus crías. Las crías, en edad madura, se irán y formarán su propio grupo. Las parejas se mantienen durante toda la vida por lo que se trata de animales monógamos, a diferencia de la mayoría de los primates donde lo habitual es que un macho convive y se reproduce con varias hembras.
Los gibones se comunican mediante fuertes vocalizaciones. La hembra inicia el canto y el macho responde, aumentando progresivamente el volumen y la complejidad. Es un sonido característico de las selvas del sudeste asiático que el visitante podrá disfrutar en su recorrido por el parque y que aumentará, si cabe, la sensación de estar recorriendo una jungla lejana.
Estado y acción para la conservación
El gibón es propio del Sudeste asiático. Las 17 especies que existen hoy están en peligro de extinción.
La Asociación europea de Zoos y Acuarios desarrolla el programa para la conservación y reproducción del gibón de mejillas doradas, primate que habita en selvas de Vietnam, Laos y Camboya. Este programa trata de conservar la especie y para ello la asociación cuenta con la acción de zoos de diferentes partes de Europa que participan en el programa reproduciendo la especie y aportando conocimientos sobre su comportamiento. Bioparc Fuengirola es el único parque zoológico en España que participa en este programa desde que en 2003 inaugurara el área del Sudeste asiático y llegara la primera pareja de gibones de mejillas doradas.
Los programas de conservación y reproducción europeos tienen una misión fundamental. Además de brindar la oportunidad a los ciudadanos de conocer especies – oportunidad que de otra forma sería imposible -, a través de esta experiencia los parques zoológicos inculcan la necesidad de querer conservarlas, a ellas y los hábitats en los que viven.
Gracias a la labor que realizan los zoos del siglo XXI como Bioparc Fuengirola podemos conocer más sobre los lugares con mayor biodiversidad del mundo; especies vegetales y animales que forman parte del ciclo natural del planeta y sin los cuales la vida en la Tierra sería insostenible.
Los principales problemas a los que se enfrentan las especies son la pérdida de sus hábitats lo que desencadena una pérdida de sus fuentes de alimento y cobijo. Otro de los grandes peligros es la caza furtiva con diferentes fines: desde el consumo propio hasta el mercado ilegal de la carne, tráfico de animales exóticos, etc…
Bioparc Fuengirola está considerado el mejor parque europeo en selvas tropicales. Sus visitantes viven una experiencia de inmersión total en la jungla. En su interior, a través de las selvas de Madagascar, África Ecuatorial, el Sudeste Asiático o el Indo-Pacífico, se puede disfrutar de la contemplación de más de 200 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.