27 marzo 2015

BIOPARC Fuengirola recrea un hábitat “prehistórico” en la zona de cocodrilos

Estructuras y celosías metálicas para construir un puente del siglo XIX, rocas procedentes de Córdoba, una visión soleada de la playa de cocodrilos y de su majestuoso ficus y más enriquecimiento del paisaje subacuático con nuevas especies son algunas de las novedades fruto de la remodelación de BIOPARC Fuengirola.

Viernes, 27 de marzo de 2015.- La posibilidad de contemplar “cara a cara” al temible cocodrilo africano nos traslada directamente a la época prehistórica y BIOPARC Fuengirola ha aplicado las últimas técnicas de diseño a la remodelación de la zona donde habita esta especie. De esta forma, bienestar animal y máxima emoción para el visitante son las dos premisas que han marcado la adaptación de la playa y área de los cocodrilos, que ya está abierta al público.

Este parque malagueño ha sido el precursor en Europa de un nuevo concepto de ocio basado en la “zooinmersión” y es la experiencia que viven los visitantes lo que lo ha situado en el “TOP” de los parques de animales y en el más visitado de Andalucía.

En la línea de intensificar dicha experiencia, esta obra nos permite una mejor contemplación de un grupo de 8 ejemplares de cocodrilos, ya que se ha incrementado la superficie de exposición sobre el agua, se ha perfeccionado el recinto con un mayor soleamiento de la zona y un enriquecimiento del paisaje subacuático de los peces.

La intervención la han realizado los técnicos de Rain Forest DISEÑO, empresa española con proyección internacional y filial de la propia gestora de BIOPARC, y ha consistido en:

  • La sustitución del viejo puente de madera que cruza la ría de cocodrilos, por uno metálico, diseñado y construido a la manera de las antiguas estructuras de hierro del siglo XIX, que se entrecruzan y adornan con el trabajo laborioso de las celosías. Dos cuerpos de 4.000 y 8.000kg que suman 15m. de longitud, construidos en taller y montados mediante grúa a 25 metros de la zona de trabajo, en tan sólo 6 horas.
  • La introducción de un volumen de rocas naturales procedentes de la localidad de Montoro (Córdoba), que requirió el uso de una grúa de 80 toneladas debido al gran peso de las rocas y sus dimensiones.
  • La poda del gran ficus que preside el recinto, un magnífico ejemplar, que se levanta del suelo gracias a la unión de finos y gruesos troncos, todos ellos retorcidos y fundidos con los claroscuros del paisaje. De este modo se ha facilitado la penetración de los rayos del sol sobre la superficie de la lámina de agua, tan importante y necesaria para los cocodrilos.

Estas actuaciones, junto a los colores óxido del puente y los ocres de los taludes fundiéndose con los rojos de las piedras, forman una imagen que recorta contra un fondo verde oscuro sutilmente interrumpido por pequeños claros de sol y muestra el detalle y la excelencia de las recreaciones que pueden contemplarse en Bioparc. El resultado es la visión de un paisaje muy natural con aires prehistóricos propios de la especie que lo habita.

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