EL VIAJE INFINITO

Tú eres el protagonista

La nueva ampliación se inspira en la histórica primera circunnavegación del mundo realizada por Juan Sebastián Elcano y los hombres de la nao Victoria. Al igual que hicieron los exploradores españoles, la ampliación permitirá a los visitantes descubrir la rica biodiversidad de los arrecifes, ríos y selvas centro y sudamericanas, promoviendo así una mayor conciencia y aprecio por su conservación. El diseño del parque reproduce con precisión estos hábitats, ofreciendo una experiencia inmersiva y educativa que conecta la historia del descubrimiento de la naturaleza del Nuevo Mundo, en un recorrido por arrecifes, salas de navegación, un gabinete de curiosidades, acuarios amazónicos y un gran aviario en el que, a través de cenotes colapsados, se llega a una pirámide maya.
Plaza inicial
Un gran terrario que albergará a las crías de dragón de Komodo despide a las selvas indonesias. Nos encontramos en un punto de transición entre el actual recorrido del parque y el comienzo del Viaje al Infinito que recrea el nuevo proyecto.

Los visitantes se adentrarán en la
cosmografía desde la Edad del Bronce hasta el Renacimiento, simbolizados por una esfera armilar de 8 metros de altura y la recreación del disco celeste de Nebra y el mapa del sistema de Copérnico.
Sala acuarios agua salada
En esta sala oscura y llena de la vida de los mares y arrecifes que recibieron a los primeros navegantes españoles al llegar a América, da inicio el viaje. Tras grandes acuarios de agua salada recrean la visión contínua de un arrecife. Decenas de tipos de anémonas, gorgonias y corales darán cobijo a peces e invertebrados del arrecife.

La sala, inspirada en una antigua atarazana,
está presidida por la recreación del globo terráqueo del alemán Martin Behaim, el primer globo terráqueo de la historia, y una pintura de la Virgen de la Victoria de Sevilla, virgen a la que se encomendaron los miembros de la expedición de Magallanes antes de iniciar la expedición y que dio nombre a la única nao de la misma que llegó a salvo a Sevilla tras dar la primera vuelta al mundo.
Sala de la Navegación
El viaje continúa hacia el interior del continente americano, a través de una sala museística dedicada a la navegación, coronada con una bóveda catalana de inspiración ‘Piranesi’.

El visitante puede contemplar frescos de las naos de la expedición, 7 elementos cartográficos, cartas de Elcano y Magallanes o un facsímil del Atlas de Miller, entre otros elementos.
Sala de las Bromelias
Con este espacio comienza la aproximación a las primeras selvas sudamericanas. La frondosa vegetación se abre paso con una gran colección de bromelias sobre un río amazónico. En la sala, el visitante puede disfrutar de dos grandes acuarios de agua dulce donde viven decenas de especies de peces e invertebrados; un espacio en el que la naturaleza y el arte vuelven a convivir. Diferentes especies de bromelias americanas, la tematización con hormigón esculpido, modelado y tratado y pinturas murales envuelven al visitante transportándole a selvas lejanas.
Gabinete de las Curiosidades
La esencia museística se ve reflejada en espacios como este. Los visitantes se topan con la reproducción de una cámara de las maravillas. Sobre un artesonado del Renacimiento, un mueble de época contiene esqueletos y conchas, cuernos de supuestos unicornios, huesos que se suponían de cíclopes y gigantes, herbolarios y albarelos de las primeras boticas, fósiles y colecciones de insectos, libros y balanzas para pesar las especias, herbarios y taxidermias de animales legendarios o desconocidos entonces; maravillas que sirvieron para impulsar las ciencias y el conocimiento del mundo natural.

Destacan aquí el espacio dedicado a las especias, auténtico el motor económico de los siglos XV y XVI.
Sala del descubrimiento
El viaje en sí cobra protagonismo. El arte rinde homenaje a los navegantes españoles y sus gestas. La naturaleza y las culturas de un mundo nuevo se abren al público. Grandes murales y dos enormes globos terráqueos – uno de ellos, recreación de Leonardo Da Vinci – acompañan al visitante que descubre los itinerarios de navegación de la primera vuelta al mundo. Un acuario muestra ajolotes, una especie descrita por fray Bernardino de Sahagún, en representación del estudio y conocimiento de los primeros españoles llegados a la Nueva España. En un gigantesco acuario, en cuyo fondo se pueden ver las ruinas de un templo maya, el visitante contemplará los mayores peces de agua dulce de Sudamérica, las arapaimas, junto con rayas y peces espátula. Despide la sala la imagen de la Virgen de la Victoria de Málaga, primera representación de la Virgen de la Victoria y patrona de la provincia.
Túnel de visión
subacuática
A través de un pasillo subacuático se accede al mundo maya a través de un túnel de visión subacuática donde arapaimas gigantes rodean al visitante y, a través del cual, se contempla la recreación de un templo maya hundido tras el colapso de un cenote.
Aviario y
mundo maya
Un aviario de 14 metros de alto contiene una selva en la que convivirán especies de aves y de mamíferos centro y sudamericanos donde el visitante se sumerge en el interior de la selva de Yucatán. La recreación de la pirámide maya de Muyil preside el itinerario. El recorrido continúa siguiendo el cauce de un río amazónico que albergará diversas y simbólicas especies como pirañas, peces lagarto, peces hoja, rayas motoro así como lagartos cocodrilo, entre otros.

La experiencia finaliza en el propio templo por la puerta del Xibalbá, el inframundo maya y descubriendo un curso de agua donde viven nutrias gigantes del Amazonas, las más grandes del mundo.
Animales
Titís dorados, de Goeldi y emperadores; sakis de cara blanca, perezosos, nutrias gigantes, conuros de garganta azul, pavón muitú, ajolotes, peces payasos, damiselas, peces cirujanos, arpaimas, pirañas de vientre rojo y rayas de río son algunas de las especies que el visitante podrá contemplar.