Esta mañana, la playa de Puerto Banús en Marbella, ha acogido la suelta de las crías de tortugas bobas que hace justo un año, eran desovadas por una hembra en la cercana playa de Nueva Andalucía. Desde hoy, un total de 49 han iniciado su viaje por el mar; nueve de ellas incubadas el pasado verano por Bioparc Fuengirola en sus instalaciones. De estas, cinco llevan consigo localizadores satelitales que permitirán realizar un seguimiento de sus recorridos y conocer sus posiciones en tiempo real durante los próximos meses.
Al evento han asistido todos los agentes que han participado en la compleja tarea de criar estas tortugas, trabajo desarrollado bajo el paraguas del marco del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, coordinado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, desde esta Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
Ahora las tortugas cuentan con un tamaño que reduce significativamente su tasa de mortalidad en el medio natural
Con esta suelta, se concluye un largo trabajo que comenzó en 2023 tras la puesta de más de 60 huevos en la playa marbellí de Nueva Andalucía. Tras su localización, se procedió a la vigilancia y mantenimiento del nido original, así como la incubación artificial y controlada realizada por el equipo de Veterinaria y Herpetología de Bioparc Fuengirola, con las que garantizaban la viabilidad de los huevos. Posteriormente, tras eclosionar en el nido y en los puntos de incubación controlada, los nuevos ejemplares de Caretta caretta fueron trasladados al CEGMA de Algeciras, donde expertos han garantizado su cuidado durante su primer año de vida.
Estos meses bajo control de los expertos les han permitido alcanzar un tamaño que reduce significativamente su tasa de mortalidad en el medio natural, facilitando así que lleguen a la edad adulta, y regresen entonces a nuestras costas a desovar.
Localizadores satelitales con los que conocer las áreas visitadas por estos ejemplares tras su suelta en el mar
Al igual que ocurrió en la suelta de tortugas bobas de 2021, Bioparc Fuengirola, a través de la Fundación Bioparc, ha participado en este proyecto que permitirá saber qué recorrido realizan cada una de las tortugas que porten los localizadores; una información necesaria para conocer más sobre la especie con el fin de protegerla y ayudar en su conservación.
“La conservación, y cualquier estudio que se realice con este fin necesario, debe basarse en el conocimiento, en la ciencia. Y eso es precisamente la base de este proyecto. – comenta Fernando González Sitges, director ejecutivo de la Fundación Bioparc – Estas pequeñas embajadoras nos van a enseñar, gracias a los marcadores satelitales, cuáles son sus rutas migratorias, sus movimientos en mar abierto, sus costas de destino y sus pautas hasta que regresen a poner sus puestas en la playa que las vio nacer”.
Como parte de las actuaciones que se encuentran en el marco del proyecto LIFE INTEMARES, las entidades participantes en esta actuación seleccionaron los ejemplares que mejor cumplían los criterios para poder ponerles estos localizadores.
Bioparc Fuengirola y la Fundación Bioparc, como parte de su labor en conservación y protección de especies, colabora con diferentes organismos -como, por ejemplo, con el Seprona o la Policía Local- de forma habitual con el objetivo de salvar y asegurar la supervivencia de especies amenazadas.